Hace 9 años | Por Tethra a jotdown.es
Publicado hace 9 años por Tethra a jotdown.es

Cuando me enfrento al folio en blanco, o a la pantalla luminosa, con la intención de fraguar un texto particularmente difícil, me instalo en una cafetería. No solo me ayuda a concentrarme el runrún de fondo, también contribuye la aromática taza de café. Me la tomo en dos sorbos, muy caliente. Y en poco tiempo, la cafeína obra su milagro y me funciona como inductora de ideas y estímulo de la creatividad...