Hace 9 años | Por --167763-- a cookingideas.es
Publicado hace 9 años por --167763-- a cookingideas.es

Pero la magia que nos vende la factoría Disney tiene un precio. Si sus parques son lugares en los que la felicidad y otros sentimientos edulcorados se cuentan por toneladas, no es gracias a la improvisación. Todo está calculado, hasta el más mínimo detalle, razón por la que trabajar en estos paraísos para niños y no tan niños implique acatar una serie de normas que, en algunos casos, son bastante peculiares.

Comentarios

D

Disneylandia, una trampa para humanos controlada por un ratón.

D

#2 Ahí falta un gato con unos buenos cojones.

D

Algo que jamás descubrirá un fanático del universo Disney es la identidad de las personas que encarnan a Mickey Mouse y compañía. Cualquiera de nosotros, si trabajase interpretando el papel de Pluto, lo contaría sin dudarlo en todas y cada una de las redes sociales habidas y por haber. Sin embargo, estaría infringiendo otra de las normas de la casa: los actores no pueden hacer comentarios sobre su trabajo en las redes sociales ni contar qué andan haciendo
Imagino que sólo sea en las redes sociales. ¿O su familia y conocidos no lo saben? roll

Lil_red

Tambíen les cuesta dejar de sonreir debajo del disfraz de foam cuando se hacen fotos unos cuantos meses, es algo inconsciente. Aunque eso no está en la política de empresa, lo que si está es la revisión semanal de sus habitaciones y eventual de sus taquillas donde no pueden tener fotos con el traje puesto o cualquier otro material que la compañía considere ofensivo. En tal caso te despiden.