Madrid, primer tercio del siglo XVII. Día tras día, el lento tráfico de carrozas y coches de paseo entre el Alcázar y el paseo del Prado era una constante en la hora punta vespertina de la villa. Tanto el Consejo de Castilla como el Concejo de Madrid llevaban tiempo intentando poner orden en este caos, pero la moda de los paseos en coche superaba sus intentos.
Vivir en el siglo XVII, sin internet, sin Opel Corsa y sin LIDL, eso debería ser una mierda.
Se limitó el uso del látigo con los animales, ya que se escapaban algunos latigazos y los peatones recibían el mismo castigo que las bestias.
Por eso ahora en algunos países se conduce por la izquierda, una costumbre que viene desde cuando se usaba el látigo y así éste quedaba situado por en el centro de la calzada, no cerca de las aceras.
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Vivir en el siglo XVII, sin internet, sin Opel Corsa y sin LIDL, eso debería ser una mierda.
Se limitó el uso del látigo con los animales, ya que se escapaban algunos latigazos y los peatones recibían el mismo castigo que las bestias.
Por eso ahora en algunos países se conduce por la izquierda, una costumbre que viene desde cuando se usaba el látigo y así éste quedaba situado por en el centro de la calzada, no cerca de las aceras.