Que los misterios de la renta variable son insondables para el común de los mortales, asidos a las subidas y bajadas de la bolsa como en una montaña rusa, no es una novedad. Que a veces el comportamiento de los mercados parece más propio de la cabalística que de la ciencia económica, o que a algunos les puede parecer un juego – de ‘ratas’ como en esta historia -, tampoco.
Comentarios
¿Pero las ratas no trabajan ya de eso?
#1 No todas, otras van al congreso
#1 Desde que este joputa les enseñó
Pero alguien les habrá enseñado no?