Hace 5 años | Por --394145-- a jotdown.es
Publicado hace 5 años por --394145-- a jotdown.es

Los ciclistas terminaron de cenar y se fueron levantando de las mesas. Quedó uno solo: Vicente Trueba, que rebañaba los restos del plato. Cuando pasó la camarera, le pidió el postre: jamón, huevos fritos y otro filete. Y más pan, por favor. José Bobillo, un federativo cántabro, asistió a la escena y pensó que Trueba se iba a gastar todo su dinero antes de terminar el Tour de Francia si seguía comiendo tanto. El ciclista de Torrelavega se había ganado ya un cierto prestigio en el Tour de 1930, y consiguió que en 1932 la organización le pagara...

Comentarios

diskover

Lo del puerto de El Escudo es para tenerlos bien puestos.

D

#4 El escudo de aquellas epocas...

Mateila

Esta historia me la habrá contado mi padre hace 20 ó 30 años.

joanrmm

Una historia épica, incluso para los que no les gusta nada el deporte cry

cincinnata

#8 Y que lo digas. A mí me ha emocionado de verdad. Da para película.

Yonicogiosufusil27

Yo no conocía esta historia. La generación de mis padres crecieron con Bahamonde, el águila de Toledo. Joder, no dejaban ganar a los pobres.

GeneWilder

#3 Bahamonde era el que mandaba cuando Bahamontes ganó el Tour del 59.

Yonicogiosufusil27

#5 Ha sido el corrector. Muy bueno el apunte

F

Gran artículo. Me ha parecido muy interesante, no conocía esta historia.