Hace 4 años | Por canutte a jotdown.es
Publicado hace 4 años por canutte a jotdown.es

"En los setenta tenían un garito en Leningrado, el Café Saigón, que se llenaba de gente de todo pelaje. Drogadictos, borrachos, vendedores de libros ilegales, estafadores, traficantes de joyas, creyentes practicantes ortodoxos, homosexuales, gente recién salida de la cárcel, policías de incógnito e intelectuales variopintos y poetas. Inadaptados todos en la sociedad soviética".

Comentarios

againandagain

Drogadictos, borrachos, vendedores de libros ilegales, estafadores, traficantes de joyas, creyentes practicantes ortodoxos, homosexuales, gente recién salida de la cárcel, policías de incógnito e intelectuales variopintos y poetas. Inadaptados todos en la sociedad soviética....

Sin embargo, la sociedad brezhneviana era más permisiva que las primeras décadas de comunismo. El KGB había dejado de reprimir el arte, optaba por tácticas de cooptación del desviacionismo. El castigo que podrían sufrir artistas díscolos en esta década era la marginalidad, ya no traía necesariamente consecuencias penales.

lol lol lol si es que al final habrá que cogerle cariño al comunismo con relatos como este, que destilan ese regusto a morriña, a "antes estábamos jodidos pero unidos"

D

Antisociales socialistas. Con amigos así quién quiere enemigos.

D

Si ser reunían allí no eran tan antisociales...

#1 Inadaptados sociales supongo....

LázaroCodesal

Que buena "entradilla". Dan ganas de recuperar la URSS solo por poder ir a locales como ese.....de antisociales.
Aquí con la ley mordaza estaríamos todos, clientes y empresario, procesados por la AN.

D

#2 No entendí nada. ¿recuperarías la URSS para que estos inadaptados pudieran seguir apareciendo en un régimen que era totalitario y no aceptaba inadaptados? ¿dices que aquí los procesarían con la ley mordaza porque no hay poetas intelectuales u homosexuales?
La AN procesaba ultimamente ratas de ETA. Con suerte caerá alguna mas y tendremos ocasión de ver como la procesan.

D

En Peter empezó todo.
Debe ser como la justicia poética, ya que en Petrograd, empezó todo.
Putin sabe.

D

Parece una canción de Sabina...