El artículo analiza cómo el xenomorfo de Alien, diseñado por H.R. Giger, encarna el concepto de la abyección (definido por Kristeva) al fusionar lo humano con lo alienígena, lo familiar con lo repulsivo. Su diseño perturbador y su ciclo de vida invasivo desestabilizan los límites del cuerpo y la identidad. Así, se convierte en una poderosa metáfora del miedo a lo desconocido y a la pérdida de control.
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