Catalina de Siena (1347-1380) bebió pus de los pechos de una mujer cancerosa y en ese momento pudo escuchar a Cristo. Margarita María Alacoque (1647-1690), monja salesa natural de Hautecour comió los vómitos de una paciente y la diarrea de una enferma de disentería, así encontró a Cristo. Recorrido por la historia de los perversos, individuos que, santos o políticos, siempre han creído actuar "bien" en la transgresión.
#12:
—Quizá me haya acostumbrado demasiado a Oxford, donde hasta la experiencia mística era distinta.
—Toda en la cabeza —dijo sonriendo Ubertino.
—O en los ojos. Dios sentido como luz, en los rayos del sol, en las imágenes de los espejos, en la difusión de los colores sobre las partes de la materia ordenada, en los reflejos de la luz sobre las hojas húmedas... ¿Acaso este amor no se parece más al de Francisco, cuando alaba a Dios en sus criaturas, flores, hierbas, agua, aire? No creo que este tipo de amor pueda encerrar amenaza alguna. En cambio, desconfío de un amor que traslada al diálogo con el Altísimo los estremecimientos que se sienten en los contactos de la carne...
—¡Blasfemas, Guillermo! No es lo mismo, hay un salto inmenso, hacia abajo, entre el éxtasis del corazón que ama a Jesús Crucificado y el éxtasis corrupto de los seudoapóstoles de Montefalco...
[...] Son cosas que conozco bien, Ubertino, pues yo mismo formé parte de esos grupos de hombres que creen que la verdad puede obtenerse mediante el hierro al rojo vivo. Pues bien, has de saber que la incandescencia de la verdad procede de una llama muy distinta. Cuando lo torturaban, Bentivenga puede haberte dicho las mentiras más absurdas, porque ya no era él quien hablaba, sino su lujuria, los demonios de su alma.
—¿Lujuria?
—Sí, hay lujuria en el dolor, así como existe una lujuria de la adoración e, incluso, una lujuria de la humildad. Si los ángeles rebeldes necesitaron tan poco para transformar su ardor de adoración y humildad en ardor de soberbia y rebeldía, ¿qué habría que decir de un ser humano? Pues bien, ya lo sabes, eso fue lo que descubrí de pronto cuando era inquisidor. Y por eso renuncié a seguir siéndolo. Me faltó coraje para hurgar en las debilidades de los malvados, porque comprendí que son las mismas debilidades de los santos.
—Quizá me haya acostumbrado demasiado a Oxford, donde hasta la experiencia mística era distinta.
—Toda en la cabeza —dijo sonriendo Ubertino.
—O en los ojos. Dios sentido como luz, en los rayos del sol, en las imágenes de los espejos, en la difusión de los colores sobre las partes de la materia ordenada, en los reflejos de la luz sobre las hojas húmedas... ¿Acaso este amor no se parece más al de Francisco, cuando alaba a Dios en sus criaturas, flores, hierbas, agua, aire? No creo que este tipo de amor pueda encerrar amenaza alguna. En cambio, desconfío de un amor que traslada al diálogo con el Altísimo los estremecimientos que se sienten en los contactos de la carne...
—¡Blasfemas, Guillermo! No es lo mismo, hay un salto inmenso, hacia abajo, entre el éxtasis del corazón que ama a Jesús Crucificado y el éxtasis corrupto de los seudoapóstoles de Montefalco...
[...] Son cosas que conozco bien, Ubertino, pues yo mismo formé parte de esos grupos de hombres que creen que la verdad puede obtenerse mediante el hierro al rojo vivo. Pues bien, has de saber que la incandescencia de la verdad procede de una llama muy distinta. Cuando lo torturaban, Bentivenga puede haberte dicho las mentiras más absurdas, porque ya no era él quien hablaba, sino su lujuria, los demonios de su alma.
—¿Lujuria?
—Sí, hay lujuria en el dolor, así como existe una lujuria de la adoración e, incluso, una lujuria de la humildad. Si los ángeles rebeldes necesitaron tan poco para transformar su ardor de adoración y humildad en ardor de soberbia y rebeldía, ¿qué habría que decir de un ser humano? Pues bien, ya lo sabes, eso fue lo que descubrí de pronto cuando era inquisidor. Y por eso renuncié a seguir siéndolo. Me faltó coraje para hurgar en las debilidades de los malvados, porque comprendí que son las mismas debilidades de los santos.
De la desesperación al esperpento guiados por el oscurantismo y elevado a santidad. Estas sofisticadas manipulaciones del miedo continúan vigentes hoy, importadas mediáticamente tanto en tv como en la red. Sufrimos defectos de diseño, este es solo uno mas.
#9 Más bien: lo esconden.
Porque cuando estuvo en la tierra, no fue famoso precisamente por esconderse.
Pero como tiene buena fama, lo mezclan con todo.
#5 exacto, porque los casos de esas personas representan a todas las personas del mundo y de la historia que creen y han progesado una religión! Tú eres igualito que los de "hombres, mujeres y viceversa", no? (No es un insulto, es un uso del mismo tipo de generalización)
Comentarios
2 Saints 1 Cup
#3 musiquita sal de mi mente!
Cabrón que bien hilado tu coment
—Quizá me haya acostumbrado demasiado a Oxford, donde hasta la experiencia mística era distinta.
—Toda en la cabeza —dijo sonriendo Ubertino.
—O en los ojos. Dios sentido como luz, en los rayos del sol, en las imágenes de los espejos, en la difusión de los colores sobre las partes de la materia ordenada, en los reflejos de la luz sobre las hojas húmedas... ¿Acaso este amor no se parece más al de Francisco, cuando alaba a Dios en sus criaturas, flores, hierbas, agua, aire? No creo que este tipo de amor pueda encerrar amenaza alguna. En cambio, desconfío de un amor que traslada al diálogo con el Altísimo los estremecimientos que se sienten en los contactos de la carne...
—¡Blasfemas, Guillermo! No es lo mismo, hay un salto inmenso, hacia abajo, entre el éxtasis del corazón que ama a Jesús Crucificado y el éxtasis corrupto de los seudoapóstoles de Montefalco...
[...] Son cosas que conozco bien, Ubertino, pues yo mismo formé parte de esos grupos de hombres que creen que la verdad puede obtenerse mediante el hierro al rojo vivo. Pues bien, has de saber que la incandescencia de la verdad procede de una llama muy distinta. Cuando lo torturaban, Bentivenga puede haberte dicho las mentiras más absurdas, porque ya no era él quien hablaba, sino su lujuria, los demonios de su alma.
—¿Lujuria?
—Sí, hay lujuria en el dolor, así como existe una lujuria de la adoración e, incluso, una lujuria de la humildad. Si los ángeles rebeldes necesitaron tan poco para transformar su ardor de adoración y humildad en ardor de soberbia y rebeldía, ¿qué habría que decir de un ser humano? Pues bien, ya lo sabes, eso fue lo que descubrí de pronto cuando era inquisidor. Y por eso renuncié a seguir siéndolo. Me faltó coraje para hurgar en las debilidades de los malvados, porque comprendí que son las mismas debilidades de los santos.
#12 El nombre de la Rosa no?
#12 Dios y el Demonio actúan de manera misteriosa, e igualmente perversa.
Y como somos parte de ambos, y ambos son parte nuestra, todos somos perversos en algún grado.
Lo extraordinario es serlo en grado extremo.
Y no hablo de bondad o de maldad, sino de santidad o malignidad.
#12 me he logueado solo para votarte positivo. Enorme Eco y enorme esta reflexión. Muy bien traída,
@sacreew yo te invoco!!!
#1 Con un moco!
Qué comentario más infravalorado, #6, Menéame a veces me decepciona
#1@Bonito es exorcista enviado, con razón, por el Ministerio a esta casa de pecadores y bolcheviques, así que al loro.
De acuerdo, con la entradilla he tenido suficiente.
GG Allin es un aficionado comparado con estas santas devotas
#0 ¡Vale, la voto! pero no me obligues a leerlo
De la desesperación al esperpento guiados por el oscurantismo y elevado a santidad. Estas sofisticadas manipulaciones del miedo continúan vigentes hoy, importadas mediáticamente tanto en tv como en la red. Sufrimos defectos de diseño, este es solo uno mas.
que ajco la entradilla del artículo, no voy a leerlo.
Y a principios del siglo XX Eben Byers se bebía agua radiactiva para sentirse mejor y acabó sin mandíbula y cáncer a diestro y siniestro.
Cristo se esconde en cada sitio que ya ya....
#9 Más bien: lo esconden.
Porque cuando estuvo en la tierra, no fue famoso precisamente por esconderse.
Pero como tiene buena fama, lo mezclan con todo.
Osease, que los religiosos son unos comemierdas.
#5 Sí, digamos que mierdosos pios, y más santos aun en proporción directa a la mierda tragada.
#5 exacto, porque los casos de esas personas representan a todas las personas del mundo y de la historia que creen y han progesado una religión! Tú eres igualito que los de "hombres, mujeres y viceversa", no? (No es un insulto, es un uso del mismo tipo de generalización)
#24 Era un comentario jocoso que buscaba jocosidad, salud!
#25 pues nada, hombre, nada, si es muy sano hasta que te jode a ti... entonces no lo verás jocoso, acuerdate
Que raro que la inquisición no se las llevara por delante, al menos por guarras.
Aquí@Malversan encontrará su Grial.
#14 Hay que ver cómo te pica haber quedado como un tonto. Hala, otro monillo a la lista de acólitos que me siguen. Luego te doy tu cacahuete.