China es en la actualidad la segunda economía mundial y tiene unos altos índices de desarrollo. Sin embargo el régimen chino ejerce un férreo control sobre la...
Sobre el aspecto de la censura, creo que hay que entenderlo como una medida en línea con la larga tradición autoritarista del país. Ya desde el ámbito familiar y el educativo, a los chavales se les enseña que lo que dicen padres y profesores va a misa, y el desarrollo del pensamiento y la discusión crítica no son, precisamente, una prioridad del sistema formativo.
Este último año he estado estudiando en un departamento de sociología, y me da mucha rabia ver cómo los profesores se presentan a las clases de doctorado, sueltan el rollo sin que nadie pida la palabra, y se van sin siquiera permitir un espacio para dudas o comentarios. Hace una semana le reproché su actitud a uno de ellos, y la reacción de los estudiantes se limito al rubor por mi acititud "irrespetuosa" y a defender a su superior. (Caso aparte son los regalos que les hacen a modo de "muestra de respeto" y las tareas y recados que realizan para ellos, la mayoría sin rechistar)
Las nuevas generaciones siguen creciendo bajo lemas identitarios como el que reza que "a los chinos nos gusta estar de acuerdo" y muchos llegan a la madurez sin herramientas reflexivas para darse cuenta de que dichos lemas solo benefician a la élite política. Es decir, cuando surge la cuestión de por qué se tiende a obeceder a la autoridad, la respuesta preparada es que "la cultura china es así", y esto es algo que a mí, particularmente, me parece un signo de alienación muy grave.
Además, tal y como predecía Herbert Marcuse (por cierto, ya nadie se acuerda de él), en China, el declive del pensamiento crítico viene impuesto por la racionalidad técnica, por la simple lógica de que es más económico corregir 100 millones de tests, que 100 millones de exámenes con preguntas abiertas a la reflexión. Y lo más jodido es que nuestras élites en Occidente están cada vez más interesadas en el "milagroso" sistema educativo chino, cuando sus "méritos" apenas se reducen a una férrea disciplina de estudio y un nivel de dedicación que no sólo asfixia el tiempo de ocio, sino también aspectos cruciales de la socialización.
#3 Muchas gracias. Seguro que al hablar sobre otros temas de China peco de bocazas, pero en lo relativo al modo en que sus ciudadanos se educan y se profesionalizan, algo algo de experiencia sí que tengo.
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Sobre el aspecto de la censura, creo que hay que entenderlo como una medida en línea con la larga tradición autoritarista del país. Ya desde el ámbito familiar y el educativo, a los chavales se les enseña que lo que dicen padres y profesores va a misa, y el desarrollo del pensamiento y la discusión crítica no son, precisamente, una prioridad del sistema formativo.
Este último año he estado estudiando en un departamento de sociología, y me da mucha rabia ver cómo los profesores se presentan a las clases de doctorado, sueltan el rollo sin que nadie pida la palabra, y se van sin siquiera permitir un espacio para dudas o comentarios. Hace una semana le reproché su actitud a uno de ellos, y la reacción de los estudiantes se limito al rubor por mi acititud "irrespetuosa" y a defender a su superior. (Caso aparte son los regalos que les hacen a modo de "muestra de respeto" y las tareas y recados que realizan para ellos, la mayoría sin rechistar)
Las nuevas generaciones siguen creciendo bajo lemas identitarios como el que reza que "a los chinos nos gusta estar de acuerdo" y muchos llegan a la madurez sin herramientas reflexivas para darse cuenta de que dichos lemas solo benefician a la élite política. Es decir, cuando surge la cuestión de por qué se tiende a obeceder a la autoridad, la respuesta preparada es que "la cultura china es así", y esto es algo que a mí, particularmente, me parece un signo de alienación muy grave.
Además, tal y como predecía Herbert Marcuse (por cierto, ya nadie se acuerda de él), en China, el declive del pensamiento crítico viene impuesto por la racionalidad técnica, por la simple lógica de que es más económico corregir 100 millones de tests, que 100 millones de exámenes con preguntas abiertas a la reflexión. Y lo más jodido es que nuestras élites en Occidente están cada vez más interesadas en el "milagroso" sistema educativo chino, cuando sus "méritos" apenas se reducen a una férrea disciplina de estudio y un nivel de dedicación que no sólo asfixia el tiempo de ocio, sino también aspectos cruciales de la socialización.
#2 Buen comentario. Se nota que eres "un experto en China"
#3 Muchas gracias. Seguro que al hablar sobre otros temas de China peco de bocazas, pero en lo relativo al modo en que sus ciudadanos se educan y se profesionalizan, algo algo de experiencia sí que tengo.
He aquí a los futuros líderes, y aún no les ha dado por la presión militar