Científicos del CSIC analizan cómo el cefalópodo se recuperó del ataque sufrido en un brazo desarrollando dos apéndices "completamente funcionales" para aplicarlo en medicina regenerativa, robótica y prótesis.
El pulpo, al que los investigadores llaman Salvador, no solo sobrevivió al ataque del depredador, sino que, además, regeneró el miembro afectado desarrollando un brazo "dividido en dos", con cada apéndice "completamente funcional". Uno lo empleaba más para manejar el alimento y el otro, para ir tentando su entorno y explorar. Es decir, que en la práctica…