Imágenes nucleares y de sincrotrón avanzadas han confirmado que un cocodrilo de 93 millones de años hallado en el centro de Queensland devoró a un dinosaurio joven, basándose en los restos encontrados en el contenido estomacal fosilizado. El descubrimiento de los fósiles fue realizado por un equipo del Museo Australiano de la Era de los Dinosaurios y la Universidad de Nueva Inglaterra, quienes llevaron a cabo la investigación junto con científicos de ANSTO.