Hace 6 años | Por Piu a pagina12.com.ar
Publicado hace 6 años por Piu a pagina12.com.ar

El exceso de organización y de burocracia que instauraron las empresas las condujo a perder una suerte de batalla cultural: toda una generación le escapa a la “doble pena” del consumo destructivo y la profesión dictatorial.

Comentarios

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A veces, el sentido está en una dirección contraria a la que dicta la asfixiante oferta del mundo. Egresados de las carreras más prestigiosas que existen en Francia, de las grandes universidades, de los institutos más exigentes o de las escuelas de altos estudios en el campo del comercio o la finanza están protagonizando una revolución silenciosa.En vez de trabajar en una carrera para la cual han sido formados e integrar la elite bancaria, financiera, los organismos del Estado, las multinacionales o las star up prefieren abrazar carreras atípicas en donde encuentran un sentido: panaderos, fiambreros,carpinteros, [..] artistas, yoga, coaching o las nuevas ramas del llamado social business.

Este es el gran error, miope e intencionado, de este chorri-articulo argentino. No, no prefieren trabajos peor pagados, menos estables y que requieren menos formación como una forma de revolución, es que no les quedan otra opción ya que de lo que han estudiado no encuentran trabajo.

D

#1 Ponen de directivos a los mas incompetentes, por ejemplo Blesa. En Wall Street despedían a los gestores de riesgo que denegaban hipotecas a ninis, pues Wall Street compraba TODO, ansiosa por estamparle su firma y venderlo a precio de triple AAA. Me temo que la realidad incentiva el ladronicio y solo en casos muy puntuales la profesionalidad es valorada y pagada, por ejemplo, la medicina, donde hay dolor y miedo.

Rhaeris

#1 Si sales de una Grand école, o de un centro de alto nivel en Francia tienes el puesto de trabajo asegurado. No es como en España, para entrar ahí hace falta tener muy buena preparación y que los papis tengan cartera suficiente para pagarla.