Hace 7 años | Por Swann a eldiario.es
Publicado hace 7 años por Swann a eldiario.es

D. Mutz realizó un experimento para estudiar qué los efectos tienen los debates broncos sobre la opinión pública. Para ello, grabó dos debates con actores que fingían ser dos candidatos al Congreso norteamericano por un distrito de Indiana. Los dos debates eran exactamente iguales en el contenido, pero uno con un tono cordial y civilizado y el otro con un tono “zasca” (gritos, interrupciones, aspavientos y con planos más cerrados de los tertulianos). Posteriormente pidió a un grupo de personas que vieran el “civilizado” y a otro el "zasca"

Comentarios

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Un articulo del Diario que me parece bueno...

Claro, que para darle la razon al articulo, tiene mucho click y poco meneo.

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#3 sólo por tu comentario, lo he leído.
Supongo que será algo que pasa con un sector mayoritario de la población. Debe ser así, porque si no no se explican las audiencias de ciertos programas.
Yo debo ser rarísimo, porque no los soporto.

ewok

Muy de acuerdo con Lluís Orriols.

Qevmers

Ahora entiendo la mayoría de los "debates" de tertulianos en algunas cadenas de tv en España.

jamma

Está en nuestra naturaleza. La sangre nos excita.

Paracelso

Esto lo hacíamos ya en el colegio, igual que lo de ponerte a favor de algo en lo que estás en contra y defender esa postura, para así conseguir llevar al "electorado" a tu parte. Es realmente un ejercicio muy bueno para fomentar el espíritu crítico, las confrontaciones y saber debatir acorde a la audiencia en cada momento.