¿Cómo es posible salir de un museo con un cuadro, una pistola de chispa, un clarín, una ballesta medieval o un maletín con material quirúrgico para trepanar cráneos sin levantar la más mínima sospecha? Durante años, Stéphane Breitwieser (Mulhouse, 1971) robó unas 250 obras de arte, por valor de unos 1.500 millones de euros, en centros de arte, galerías e iglesias, sin levantar la menor sospecha ni sentir el más mínimo remordimiento.
|
etiquetas: ladron , arte , jefe