Los expertos señalan que los plantígrados tienen cierta capacidad de huida en este tipo de situaciones, por lo que los estragos en su población están relacionados con el medio plazo ante la pérdida del ecosistema en el que encuentran los recursos necesarios para subsistir. El hábitat de las especies del Principado en peligro de extinción, como el oso pardo o el urogallo, necesitan «entre siete y quince años» para recomponerse de incendios como los que estos días han causado estragos en concejos del suroccidente de Asturias, que concentra.
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