Hace 1 año | Por Niltsiar a cincodias.elpais.com
Publicado hace 1 año por Niltsiar a cincodias.elpais.com

Bienvenidos al capitalismo del siglo XXI, que distorsiona los conceptos de oferta y demanda tradicionales: poco importa si una empresa gana dinero, si responde a una necesidad real o en qué medida cumple las leyes. Si bajando a comprar el pan nos tropezamos con cinco patinetes eléctricos de distintas marcas no es porque exista demanda de patinetes, sino más bien porque existe una demanda de empresas de patinetes, que es distinto. El sesgo de supervivencia puede conducir a asumir demasiados riesgos.

Comentarios

Niltsiar

#6 Totalmente de acuerdo, pero plantearlo como un servicio de mayor precio, implica menor numero de pedidos y menor crecimiento pues de la empresa. Y volvemos al punto inicial: los inversores solo miran crecimiento. Esclavizados por la economía financiera especulativa.

Malyuyu

#7 Bueno ahora mismo estoy berreando por derechos de otros. Si estos otros consideran que cobran el sueldo justo por el trabajo que hacen, se me haga saber y desisto. Si ellos prefieren cuidar a los inversores... Ningún problema, yo cobro un sueldo más que justo y no me importa pagar un euro para que un tío pierda media hora en traerme un sándwich. Siempre que no me pongan mala cara si no cae propina

Niltsiar

#8 La mayoría de repartidores son chavales extranjeros que no tienen mucha alternativa. No es que quieran o dejen de querer, es que ni saben ni pueden resistirse a un modelo de explotación clasista y racista, con toneladas de propaganda apoyándolo.

ccguy

#6 Esto no es cuestión de derechos, si es por eso tener ropa no es un derecho sino una necesidad, como tantas otras cosas.

Cuando uno hace un pedido de lo que sea, me da igual si son kebabs que la comida al carrefour, valora lo que traen por el precio que le piden, y nada más. El repartidor no es especial desde el punto de vista del cliente. ¿hay que preocuparse por lo que le pagan al repartidor y no al cocinero, o al del almacen, o al agricultor?

Para eso están las leyes y las inspecciones.

Es cuestión de obligar a glovo a cumplir con ellas y el precio de lo que venden se ajustará al coste de proporcionar el servicio cumpliendo la ley... y ya está.

Añado: Dudo mucho que al repartidor le importe lo que gano yo.

Malyuyu

#9 " ¿hay que preocuparse por lo que le pagan al repartidor y no al cocinero, o al del almacen, o al agricultor?"

Yo me suelo preocupar por todos y en la medida de lo posible consumo productos que sé que me los traen con unas condiciones medianamente dignas para todos. Como dije en mi anterior comentario, ahora mismo estoy voceando por derechos que no son para mí. Si el que tiene que trabajar por una miseria lo acepta, encantado. Cada uno vende su dignidad al precio que quiere, no soy yo nadie para decirle a nadie el dinero que necesita.

De cualquier manera seguiré rehusado el usar estos servicios. Sigo vivo sin usarlos, sea kebab o Amazon.

M

#9 "Para eso están las leyes y las inspecciones."

Según los empresarios eso que dices es de comunistas, para eso está el libremercado que se regula sólo y si el trabajador se quiere dejar explotar quién es el Estado para impedírselo.

Malyuyu

Obrero no pisa a obrero. Nunca por mucha necesidad que tenga utilizaré este tipo de servicios. Si quieres enviar tu comida contratas en tu restaurante a alguien que lo haga por un sueldo justo. Se puede sobrevivir, creedme.

Malyuyu

#3 Pero si no te sale rentable dar un servicio, no lo des. Si no es así, estás sacando el beneficio del sudor de tus trabajadores y no del producto que vendes. Y como digo, se sobrevive sin, como usuario, contratar estos servicios.

Pedir comida a domicilio no es un derecho, si no se puede ofrecer dando un sueldo justo a los que trabajan lo que tienes que hacer es desistir.

ccguy

#4 El servicio puede ser rentable. Más caro, pero puede ser rentable.

Claro que se puede ofrecer dando un buen sueldo. Pero ya veremos si los que piden comida a domicilio están dispuestos a pagar el reparto.

El mundo está lleno de obreros reclamando su propia subida de sueldo pero cero ganas de contribuir a las de los demás.

lifnizator

#3 Yo trabajé de repartidor en Telepizza cuando estudiaba la carrera, y las condiciones que teníamos en aquel entonces (entré en pesetas y me fui en euros) creo que estaban a años luz de las que tienen ahora en el sector. Ha habido una degradación brutal en las condiciones laborales.

lifnizator

#12 Estabamos en nómina, si hacíamos horas extras nos las pagaban, las motos y la ropa la suministraba la empresa, no respondías por la perdida del cambio (dentro de un límite) y el pedido, trabajabas en el horario en el que indicabas a la empresa que tenías disponibilidad, evidentemente vacaciones, dos días de descanso semanal (yo solía tener tres) con un mínimo establecido de fines de semana... etc
Yo estaba a 10 horas semanales (otros compañeros a 15 o 20 horas), que terminaban siendo 12 o 13 en el horario semanal, que sabías con más de una semana de antelación, más el tiempo extra que pudiera surgir porque se volviera tarde del último pedido. Todo ello se computaba y te lo pagaban en nomina. Por convenio el sueldo se revalorizaba año tras año lo que subiera la inflación más (creo recordar) un 0,2%.
Al final, digamos que ganaba neto entre 40.000 y 45.000 pesetas de 2002 más propinas.

Niltsiar

Glovo y el sesgo de la supervivencia
La gran pregunta: son empresas reales y sostenibles o burbujas chiringuito sin futuro?
🎈 📌 ❓
A sus trabajadores nos importa bastante, y a los reguladores debería.