Si bien el gran problema que pesaba sobre muchos de estos países está en las preocupaciones por la sostenibilidad fiscal (con su elevado déficit y una alta relación deuda/PIB), ahora todos están obligados a gastar más. Hay un doble incentivo, la amenaza de Rusia y un Trump exigiendo un mayor esfuerzo de sus aliados en la OTAN. El caso español es llamativo. Se hablaba de una deuda sobre el PIB bajando hasta el 101% del PIB para 2026, pero ahora se gastarían 28.500 millones extra, que pasaría de cumplir el déficit del 3% a no hacerlo con un 4%.
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