Joven, alocado, delincuente en ciernes curtido en una barriada, amante de los cochazos y el riesgo; o maduro, solitario, formado al volante de un camión en las carreteras del este de Europa. Uno, a toda velocidad por la autovía; el otro, tratando de no llamar la atención. Ambos en pos de 20.000 euros por una buena carga. A diario conductores que responden a este retrato robot son los más peligrosos usuarios de la AP7, peones del negocio de la droga en una de las más transitadas narcovías del planeta.
Comentarios
Como están los "vecarios". Lo de "narcovía" no tiene nombre. A ver si llaman a los puertos de contenedores "narcopuertos"
#1 y a los presidentes narco-presidentes
#4 De momento sólo es narcopresidenciable. Espero que de ahí no pase.
#7 Pero es narco-presidente de PP
#1 mira el contenedor de la coca
Nada sin problemas, siempre llega la mitad.
Y yo pensado que había fustrados y flipados por doquier, pero que eran usuarios y no propietarios.
En su siguiente narcoartículo