Hay quien no concibe un guacamole sin cilantro, y hay quien no tolera ni su aroma de lejos. Para algunas personas, esta hierba no desprende un perfume fresco y cítrico, sino un olor y un sabor intensamente jabonosos. Puede sonar exagerado, pero quienes lo perciben así lo tienen claro: no es una metáfora, es lo que realmente sienten. Lejos de ser una rareza sin explicación, esta aversión tiene una base científica. Detrás de esa percepción tan particular hay una razón genética que influye en la forma en que el cerebro interpreta ciertos compuest
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Lo que nunca podré saber es cuando dicen: sabe a mierda.
Una vez compré cilantro fresco para hacer la prueba, y a nadie que lo cató le gustó, y casi todos le sacaron el sabor ese asqueroso a jabón que tiene.
Y con el wasabi pasa algo parecido.