La belleza de la palabra
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Poema - "Compañeros de viaje"

Aparentan

ser los de siempre,

su prioridad,

dicen,

sigue siendo la misma,

cambiar el mundo,

solo que ahora

desde los despachos.

Las calles

son muy frías

en invierno,

y la vejez

-ahí delante,

ya no tan lejos-,

parece un descampado.

No es posible creerles.

Como mucho,

se les puede comprender.

Karmelo C. Iribarren, “El escenario”

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La prohibición (John Donne)

  Guárdate de quererme.

Recuerda, al menos, que te lo prohibí.

No he de ir a reparar mi pródigo derroche

de aliento y sangre en tus llantos y suspiros,

siendo entonces para ti lo que tú has sido para mí.

Pues goce tan intenso consume al punto nuestra vida.

Así, a fin de que tu amor frustrarse no pueda por mi muerte,

si tú me amas, guárdate de quererme.

     Guárdate de odiarme,

o de excesivo triunfo en la victoria.

No es que yo a mí mismo haga justicia,

y me resarza del odio con más odio,

pues tú el título perderás de conquistador

si yo, tu conquista, perezco por tu odio.

Así, a fin de que mi ser a ti en nada perjudique,

si tú me odias, guárdate de odiarme.

       Mas ama y ódiame también.

Así ambos extremos la función de ninguno cumplirán.

Ámame para que pueda morir del modo placentero.

Ódiame, porque tu amor es excesivo para mí,

o deja que los dos mutuamente, y no a mí, se destruyan.

viviré entonces para apoyo y triunfo tuyo.

Así, para que tú a mí, a tu amor y odio no destruyas,

déjame vivir, pero ama y ódiame también.

Versión de Purificación Ribes (Traducción y adaptación)

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Dulce Soñar

Dulce soñar y dulce congojarme,

cuando estaba soñando que soñaba;

dulce gozar con lo que me engañaba,

si un poco más durara el engañarme.

Dulce no estar en mí, que figurarme

podía cuanto bien yo deseaba;

dulce placer, aunque me importunaba

que alguna vez llegaba a despertarme.

¡Oh sueño, cuánto más leve y sabroso

me fueras, si vinieras tan pesado,

que asentaras en mí con más reposo!

Durmiendo, en fin, fui bienaventurado,

y es justo en la mentira ser dichoso

quien siempre en la verdad fue desdichado.

Juan Boscán

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Poema - "Teoría de conjuntos"

Poema - "Teoría de conjuntos"

Cada cuerpo tiene

su armonía y

su desarmonía.

En algunos casos,

la suma de armonías

puede ser casi

empalagosa.

En otros,

el conjunto

de desarmonías,

produce algo mejor

que la belleza.

Mario Benedetti



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Poema - "Nota sobre la construcción de las masas"

Poema - "Nota sobre la construcción de las masas"

Alguna gente es joven y nada más,

alguna gente es vieja y nada más.

Y alguna gente está en el medio,

sólo en el medio.

Y si las moscas usaran ropa

y todos los edificios ardieran en

fuego dorado,

si el cielo se sacudiera como

en la danza del vientre

y todas las bombas atómicas empezaran a

gritar,

alguna gente sería joven y nada más

y alguna gente sería vieja y nada más,

y el resto sería lo mismo,

el resto sería lo mismo.

Los pocos diferentes

son eliminados bastante rápido,

por la policía, por sus madres,

sus hermanos,

y otros,

por sí mismos.

Lo que queda es lo que ves,

es duro.

Charles Bukowski

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Poema - Muere lentamente

Poema - Muere lentamente

Muere lentamente quien no viaja,

quien no lee,

quien no oye música,

quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente

quien destruye su amor propio,

quien no se deja ayudar.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito

repitiendo todos los días los mismos trayectos,

quien no cambia de marca,

no se atreve a cambiar el color de su vestimenta

o bien no conversa con quien no conoce.

Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones,

justamente estas que regresan el brillo

a los ojos y restauran los corazones destrozados.

Muere lentamente quien no gira el volante cuando esta infeliz

con su trabajo, o su amor,

quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir detrás de un sueño

quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,

huir de los consejos sensatos…

¡Vive hoy!

¡Arriesga hoy!

¡Hazlo hoy!

¡No te dejes morir lentamente!

¡No te impidas ser feliz!

Martha Medeiros

Biografía

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Poema - "El amigo"

Llora cuanto quieras

sobre mi hombro,

desahógate,

cuenta conmigo

para lo que te haga falta.

Pero no te equivoques,

no soy mejor que él:

le envidio

cada una

de tus lágrimas.

Karmelo C. Iribarren

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Poema - "En el parque, leyendo"

¿Tienes un cigarro?

Levanto la mirada:

Unos 45 años,

en la cuneta.

Le digo que sí

y le alargo un Camel.

Gracias – dice–,

a las diez cierran la verja.

Ahora se las doy yo a él.

Le veo irse,

cabizbajo,

hacia los árboles.

Hace un alto

en una papelera.

Decido cenar algo

yo también.

Karmelo C. Iribarren

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La vida es sueño (Calderón de la Barca)

¡Ay mísero de mí, ¡ay infelice!

Apurar, cielos, pretendo,

ya que me tratáis así,

qué delito cometí

contra vosotros naciendo.

Aunque si nací, ya entiendo

qué delito he cometido;

bastante causa ha tenido

vuestra justicia y rigor,

pues el delito mayor

del hombre es haber nacido.

Sólo quisiera saber

para apurar mis desvelos

(dejando a una parte, cielos,

el delito del nacer),

¿qué más os pude ofender,

para castigarme más?

¿No nacieron los demás?

Pues si los demás nacieron,

¿qué privilegios tuvieron

que no yo gocé jamás?

Nace el ave, y con las galas

que le dan belleza suma,

apenas es flor de pluma,

o ramillete con alas,

cuando las etéreas salas

corta con velocidad,

negándose a la piedad

del nido que deja en calma;

¿y teniendo yo más alma,

tengo menos libertad?

*****

Sueña el rey que es rey, y vive

con este engaño mandando,

disponiendo y gobernando;

y este aplauso, que recibe

prestado, en el viento escribe,

y en cenizas le convierte

la muerte, ¡desdicha fuerte!

¿Que hay quien intente reinar,

viendo que ha de despertar

en el sueño de la muerte?

Sueña el rico en su riqueza,

que más cuidados le ofrece;

sueña el pobre que padece

su miseria y su pobreza;

sueña el que a medrar empieza,

sueña el que afana y pretende,

sueña el que agravia y ofende,

y en el mundo, en conclusión,

todos sueñan lo que son,

aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí

destas prisiones cargado,

y soñé que en otro estado

más lisonjero me vi.

¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ilusión,

una sombra, una ficción,

y el mayor bien es pequeño:

que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños son

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Haikus 2 al 4

2.

Toda mi vida

se traza con ausencias:

bajorrelieves.

3.

Me abandonaste:

no jugaremos juntos

en el cadalso.

4.

Las espirales

dibujan laberintos

para indecisos

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Haiku 5...

Sé coherente

como cualquier condena

equivocada.

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Poema - "Nunca es tarde"

Nunca es tarde para empezar de cero,

para quemar los barcos,

para que alguien te diga:

-Yo sólo puedo estar contigo o contra mí.

Nunca es tarde para cortar la cuerda,

para volver a echar las campanas al vuelo,

para beber de ese agua que no ibas a beber.

Nunca es tarde para romper con todo,

para dejar de ser un hombre que no pueda

permitirse un pasado.

Y además,

es tan fácil:

llega María, acaba el invierno, sale el sol,

la nieve llora lágrimas de gigante vencido,

y de pronto la puerta no es un error del muro,

y la calma no es cal viva en el alma,

y mis llaves no cierran y abren una prisión.

Es así, tan sencillo de explicar:

-Ya no es tarde,

y si antes escribía para poder vivir,

ahora,

quiero vivir para contarlo.

Benjamín Prado

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Haiku 9. Paracaídas

Paracaídas

abiertos sobre la luna:

muerte de pluma

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Poema - "La vida tiene que ser otra cosa"

Esto no puede ser la vida,

este montón de días tristes, grises,

que sumados forman semanas, luego meses,

después años, no puede ser la vida.

La vida tiene que ser, por fuerza, otra cosa,

estar en otra parte, más allá

de esa lluvia que no deja de caer ahí fuera,

que no deja de caer aquí dentro…

Y así una tarde y otra y otra, frente a un café

sobre la mesa que muchas veces hasta se te enfría,

cavilas y elucubras y sigues cavilando…

Como si a la vida le importase.

Karmelo C. Iribarren

 

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Poema - "El remordimiento"

He cometido el peor de los pecados

que un hombre puede cometer.

No he sido feliz.

Que los glaciares del olvido

me arrastren y me pierdan, despiadados.

Mis padres me engendraron para el juego

arriesgado y hermoso de la vida,

para la tierra, el agua, el aire, el fuego.

Los defraudé.

No fui feliz.

Cumplida no fue su joven voluntad.

Mi mente se aplicó a las simétricas porfías

del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor.

No fui valiente.

No me abandona. Siempre está a mi lado

la sombra de haber sido un desdichado.

Jorge Luis Borges

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Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935)

A las cinco de la tarde.

Eran las cinco en punto de la tarde.

Un niño trajo la blanca sábana

a las cinco de la tarde.

Una espuerta de cal ya prevenida

a las cinco de la tarde.

Lo demás era muerte y sólo muerte

a las cinco de la tarde.

El viento se llevó los algodones

a las cinco de la tarde.

Y el óxido sembró cristal y níquel

a las cinco de la tarde.

Ya luchan la paloma y el leopardo

a las cinco de la tarde.

Y un muslo con un asta desolada

a las cinco de la tarde.

Comenzaron los sones del bordón

a las cinco de la tarde.

Las campanas de arsénico y el humo

a las cinco de la tarde.

En las esquinas grupos de silencio

a las cinco de la tarde.

¡ Y el toro solo corazón arriba !

a las cinco de la tarde.

Cuando el sudor de nieve fue llegando

a las cinco de la tarde,

cuando la plaza se cubrió de yodo

a las cinco de la tarde,

la muerte puso huevos en la herida

a las cinco de la tarde.

A las cinco de la tarde.

A las cinco en punto de la tarde.

Un ataúd con ruedas es la cama

a las cinco de la tarde.

Huesos y flautas suenan en su oído

a las cinco de la tarde.

El toro ya mugía por su frente

a las cinco de la tarde.

El cuarto se irisaba de agonía

a las cinco de la tarde.

A lo lejos ya viene la gangrena

a las cinco de la tarde.

Trompa de lirio por las verdes ingles

a las cinco de la tarde.

Las heridas quemaban como soles

a las cinco de la tarde,

y el gentío rompía las ventanas

a las cinco de la tarde.

A las cinco de la tarde.

¡ Ay qué terribles cinco de la tarde !

¡ Eran las cinco en todos los relojes !

¡ Eran las cinco en sombra de la tarde !

F.G Lorca

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A una Rosa, Gongora

Ayer naciste, y morirás mañana.

Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?

¿Para vivir tan poco estás lucida?

Y, ¿para no ser nada estás lozana?

Si te engañó su hermosura vana,

bien presto la verás desvanecida,

porque en tu hermosura está escondida

la ocasión de morir muerte temprana.

Cuando te corte la robusta mano,

ley de la agricultura permitida,

grosero aliento acabará tu suerte.

No salgas, que te aguarda algún tirano;

dilata tu nacer para la vida,

que anticipas tu ser para tu muerte.

Ya besando unas manos cristalinas,

ya anudándose a un blanco y liso cuello,

ya esparciendo por él aquel cabello

que Amor sacó entre el oro de sus minas,

ya quebrando en aquellas perlas finas

palabras dulces mil sin merecello,

ya cogiendo de cada labio bello

purpúreas rosas sin temor de espinas,

estaba, oh, claro sol invidïoso,

cuando tu luz, hiriéndome los ojos,

mató mi gloria y acabó mi suerte.

Si el cielo ya no es menos poderoso,

porque no den los suyos más enojos,

rayos, como a tu hijo, te den muerte.

10 A un olmo seco, de Antonio Machado

Al olmo viejo, hendido por el rayo

y en su mitad podrido,

con las lluvias de abril y el sol de mayo

algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina

que lame el Duero! Un musgo amarillento

le mancha la corteza blanquecina

al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores

que guardan el camino y la ribera,

habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera

va trepando por él, y en sus entrañas

urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,

con su hacha el leñador, y el carpintero

te convierta en melena de campana,

lanza de carro o yugo de carreta;

antes que rojo en el hogar, mañana,

ardas de alguna mísera caseta,

al borde de un camino;

antes que te descuaje un torbellino

y tronche el soplo de las sierras blancas;

antes que el río hasta la mar te empuje

por valles y barrancas,

olmo, quiero anotar en mi cartera

la gracia de tu rama verdecida.

Mi corazón espera

también, hacia la luz y hacia la vida,

otro milagro de la primavera.

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Poema - El futuro

El futuro es vuestro,

chavales,

decían, 

como quien te dice 

que te ha tocado algo.

¡El futuro!

Menudo fraude:

letras y letras,

y más letras de Banco,

o la puta calle.

Karmelo C. Iribarren

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Poema - Viceversa

Poema - Viceversa

Tengo miedo de verte,

necesidad de verte,

esperanza de verte,

desazones de verte.

Tengo ganas de hallarte,

preocupación de hallarte,

certidumbre de hallarte,

pobres dudas de hallarte.

Tengo urgencia de oírte,

alegría de oírte,

buena suerte de oírte

y temores de oírte.

O sea,

resumiendo,

estoy jodido y radiante,

quizá más lo primero que lo segundo

y también viceversa.

Mario Benedetti

Poema recitado por el autor

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Poema - Como un rasguño en el alma

Un simple comentario,

a destiempo,

sin ninguna intención.

Pero tuvo que ser ese,

entre todos los posibles.

Y la vida pasa…

Y no prescribe.

Karmelo C. Iribarren

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Fragmento de "Llamo a la juventud."

(...)

Bajo una zarpa de lluvia,

y un racimo de relente,

y un ejército de sol,

campan los cuerpos rebeldes

de los españoles dignos

que al yugo no se someten,

y la claridad los sigue,

y los robles los refieren.

Entre graves camilleros

hay heridos que se mueren

con el rostro rodeado

de tan diáfanos ponientes,

que son auroras sembradas

alrededor de sus sienes.

Parecen plata dormida

y oro en reposo parecen.

Llegaron a las trincheras

y dijeron firmemente:

¡Aquí echaremos raíces

antes que nadie nos eche!

Y la muerte se sintió

orgullosa de tenerles.

(...)

"Llamo a la juventud" de Miguel Hernández.

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Poema - No te salves

No te salves

No te quedes inmóvil

al borde del camino

no congeles el júbilo

no quieras con desgana

no te salves ahora

ni nunca

no te salves

no te llenes de calma

no reserves del mundo

solo un rincón tranquilo

no dejes caer los párpados

pesados como juicios

no te quedes sin labios

no te duermas sin sueño

no te pienses sin sangre

no te juzgues sin tiempo

pero si

pese a todo

no puedes evitarlo

y congelas el júbilo

y quieres con desgana

y te salvas ahora

y te llenas de calma

y reservas del mundo

solo un rincón tranquilo

y dejas caer los párpados

pesados como juicios

y te secas sin labios

y te duermes sin sueño

y te piensas sin sangre

y te juzgas sin tiempo

y te quedas inmóvil

al borde del camino

y te salvas

entonces

no te quedes conmigo.

Mario Benedetti

“Canciones de amor y desamor” del libro "Poemas de otros" escrito entre 1973-1974 

Recitado por Mario Benedetti

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Atribuida a Charles Bukowski

“Quiero que sepa sin embargo,

que todas las noches que he dormido a su lado,

incluso las discusiones más inútiles,

siempre fueron algo espléndido

y esas difíciles palabras que siempre temí decir

pueden decirse ahora: te amo.”

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Poema de Jorge Luis Borges

Poema de Jorge Luis Borges

No quedará en la noche una estrella.

No quedará la noche.

Moriré y conmigo la suma

del intolerable universo.

Borraré las pirámides, las medallas,

los continentes y las caras.

Borraré la acumulación del pasado.

Haré polvo la historia, polvo el polvo.

Estoy mirando el último poniente.

Oigo el último pájaro.

Lego la nada a nadie.

Jorge Luis Borges, El suicida (1975)



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Poema - Currículum

Currículum

 El cuento es muy sencillo,

usted nace,

contempla atribulado

el rojo azul del cielo,

el pájaro que emigra,

el torpe escarabajo

que su zapato aplastará

valiente.

 

Usted sufre,

reclama por comida

y por costumbre,

por obligación,

llora limpio de culpas,

extenuado,

hasta que el sueño lo descalifica.

 

Usted ama,

se transfigura y ama

por una eternidad tan provisoria

que hasta el orgullo se le vuelve tierno

y el corazón profético,

se convierte en escombros.

 

Usted aprende

y usa lo aprendido,

para volverse lentamente sabio,

para saber que al fin el mundo es esto,

en su mejor momento una nostalgia,

en su peor momento un desamparo,

y siempre, siempre

un lío,

entonces,

usted muere.

Mario Benedetti

menéame