Los modelos afectados son el Mazda 3, el CX-5 y el CX-8, de los cuales se revisarán 230.000 en Japón y otros 410.000 en el resto del mundo, según confirmó un portavoz de la empresa japonesa.
El problema se ha detectado en los resortes de las válvulas empleados en sus motores diésel, un fallo similar al que motivó otra llamada a revisión anunciado la semana pasada por su competidora Subaru Motor, que afectó a 400.000 vehículos.