Corría el año 1996 cuando Mercedes mostró al público el Mercedes-Benz SLK. Era su última creación del concepto de biplaza de pequeñas dimensiones; con una carrocería coupé descapotable, contaba con motor delantero longitudinal y para el gusto de los más puristas, con tracción trasera. Esta primera generación, denominada como R170 resultó un éxito de ventas con más de 300.000 unidades vendidas; dando paso a dos generaciones más, las R171 y R172, siendo el SLC el último de esta estirpe de “roadster” a la antigua usanza en el fabricante alemán.
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El roadster de yayo por antonomasia