Juan Carlos impuso 24 collares, pero Felipe solo se atrevió a concedérselo a su hija Leo porque es lo que tocaba por ser la siguiente que se nos encajará en el trono sin nuestro permiso. Este año, Felipe se ha soltado el pelo y ha decidido que, venga, cuatro de golpe, que por algo celebra que en noviembre el “abu” Franco les regaló un país y la fortuna con la que les alimentamos.