Las aves son un atractivo natural más fácil de oír que de ver que muestra la riqueza natural de un entorno algo de lo que las comarcas oscenses de Sobrarbe y La Ribagorza van sobradas. Cuando hace un par de años se vaciaron las ciudades de peatones y coches con motivo del confinamiento a causa del covid-19, muchos se sorprendieron de que cada vez se oían más cantos y trinos de pajarillos que se escondían de la vista.