El tiempo para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera y reducir los efectos de la crisis climática se agota. La proyección actual tanto de grupos de expertos independientes, como de la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente estima que el mundo se dirige hacia un aumento de la temperatura global muy por encima de los 2º C a finales de este siglo, un escenario que Naciones Unidas considera propio de una «catástrofe climática» sin precedentes.
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Nos guste o no, hay que comer menos carne. Los humanos nunca han comido tanta carne como en la actualidad y eso es gracias al negocio que se ha montado en torno a ella.
Cuando se descubrió que el plomo en las cañerías era altamete tóxico, los empresarios del plomo lucharon contra la iniciativa de cambiarlas por cobre. "Gracias" a ellos se usó plomo unos 70 años más, con las graves consecuencias que produjo en la salud pública.
Ésta es solo una de las miles de historias de negocios perjudiciales que pelean con garras y dientes para seguir ganando dinero a costa de la humanidad. La ganadería no va a ser menos: te harán creer que sin consumir carne y leche todos los días tendrás graves deficiencias, te dirán que sus animales viven felices y mueren plácidamente anestesiados, o que sus desechos son usados para hacer biocombustible. Harán lo que sea por seguir ganando dinero.