Publicado hace 1 año por --662085-- a filosofiaenlared.com

¿Cuántas veces, en una conversación con amigos, hemos oído como nos decían: “te comprendo perfectamente, amigo”? Al escuchar estas palabras, nos reconfortamos y nos sentimos conectados con la otra persona. Pensamos y concluimos con alivio: “alguien comprende lo que estoy viviendo”. Sin embargo, todo esto es una ilusión: nadie puede comprender al cien por cien la manera en que nosotros experimentamos las cosas.