Pero si Napoleón logró alcanzar semejante proyección, fue en gran medida porque supo aprovechar el potencial de la propaganda para domeñar y captar la voluntad de millones de franceses. A través de un liderazgo carismático, un control férreo de la prensa, un aprovechamiento material y simbólico del servicio militar y un sofisticado uso de las artes, Napoleón moldeó su propia leyenda y construyó un heroico relato de sí y de la misión civilizadora de Francia que cautivó a sus compatriotas en el discurso, la ceremonia, el panfleto y los lienzos.
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Se ve que no hemos aprendido nada y de que intentan controlarnos con la propaganda los gobiernos como siempre ha sido.