La Universidad de Pensilvania desarrolla un modelo de aprendizaje automático que identifica un potencial tratamiento del síndrome mano-pie-boca y se puede aplicar a otras infecciones. Desarrollar un nuevo antiviral puede suponer entre 10 y 15 años y una inversión superior a los 1.000 millones de euros. Sin embargo, la aplicación de las últimas tecnologías puede reducir estas cifras a una décima parte.
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Sí, claro, y ahora voy yo y me creo porque sí que el 90% del coste estaba en buscar una molecula.
Voy a votar errónea.