Es nuestro deber, ahora, planificar y definir la estrategia para la consecución de una paz duradera y establecer un nivel de vida para los americanos más alto que el que nunca se haya conocido. No podemos contentarnos, da igual lo alto que pueda ser el nivel de vida general, si una fracción de nuestro pueblo - sea un tercio, un quinto o un décimo - está malnutrida, malvestida y sin seguridad.
Esta república tuvo su origen, y ha alcanzado la presente fortaleza, bajo la protección de ciertas libertades políticas inalienables - entre ellas la libertad de expresión, de prensa, de fe, el juicio por jurado, la libertad de registros y confiscaciones irrazonables. Estos han sido nuestros derechos a la vida y la libertad.
Sin embargo, a la par que nuestra nación ha crecido en tamaño e importancia - como nuestra economía industrial - estos derechos se han demostrado insuficientes para asegurarnos igualdad en la búsqueda de la felicidad.
Hemos llegado a la clara conclusión de que la verdadera liberad individual no puede existir sin seguridad e independencia económicas. Los necesitados no son hombres libres. Los hambrientos y desempleados son sobre los que se construyen las dictaduras.
Hoy, estas verdades económicas han llegado a ser aceptadas como obvias. Hemos aceptado, por así decirlo, una segunda carta de derechos bajo la cual podemos establecer una nueva base de seguridad y prosperidad para todos, sin importar la clase, raza o credo.
Entre ellos:
El derecho a un trabajo útil y remunerado en las industrias, comercios, granjas o minas de la nación;
El derecho a una remuneración suficiente para garantizar una alimentación, vestimenta y ocio suficientes;
El derecho de todos los granjeros a producir y vender sus productos con una renta que les provea a ellos y sus familias de una vida digna;
El derecho de todos los empresarios, grandes o pequeños, a comerciar libres de competición injusta, libres de monopolios dentro o fuera;
El derecho de cada familia a una vivienda digna;
El derecho a atención médica adecuada y la oportunidad de conseguir y disfrutar de una buena salud;
El derecho a la protección del temor económico en la vejez, en la enfermedad, accidente y desempleo;
El derecho a una buena educación.
Todos estos derechos significan seguridad. Y cuando ganemos esta guerra debemos estar preparados para avanzar, implementando estos derechos, hacia nuevas metas de felicidad y bienestar.
El lugar que pertenece a América en el mundo depende en gran medida de hasta qué grado podamos implementar estos y otros derechos para nuestros ciudadanos. Porque sin seguridad en nuestra propia casa no habrá paz duradera en el mundo.
Traducción. En inglés:
https://www.ushistory.org/documents/economic_bill_of_rights.htm
Comentarios
tiene mi voto
Derecho a vivienda, sueldo y asistencia médica digna.
Menudo comunista venezolano.
Y pensar que su muerte llevo a poder a alguien como Truman.
Creo que el papel de Truman en la historia moderna pasa demasiado desapercibido.
Básicamente el "vendedor de camisas" moldeó el mundo moderno para que sea como es hoy.
Y no tengo claro si eso es bueno o malo.
#3 Un estatista, este FDR.
#4 Hasta Jimmy Carter tiene genocidios a sus espaldas: El legado sanguinario de Jimmy Carter [EN]
El legado sanguinario de Jimmy Carter [EN]
counterpunch.org#5 con sus claroscuros, como todos.
Pero no se puede negar que ganó cuatro elecciones presidenciales, y supo lidiar con alguien como Stalin sin tener que hacer un enemigo de el.
A esto muchos lo llamarían hoy socialismo.
Tras la Segunda Guerra Mundial, y en vista de poner un muro seguro al posible regreso a cualquier tipo de fascismo, los Estados construyeron el estado del bienestar, asegurándose de proveer a sus ciudadanos, de forma segura y equitativa, de sanidad, educación, trabajo y vivienda, dentro de lo posible. Los impuestos que pagaban las grandes fortunas llegaron a alcanzar casi el 90% en los años 60 en los EEUU, algo impensable hoy día.
Con la llegada del tatcherismo y el reaganismo, los impuestos a las grandes fortunas se reducen hasta el delirio y se desmonta el estado del bienestar. La izquierda es incapaz de articular una contra cultural y política y el neoliberalismo campa a sus anchas. Las clases sociales son sustituidas por los perfiles de consumo y ya no hay marcha atrás.
Esto que dice Daniel Bernabé en "La trampa de la diversidad" lo explica a la perfección:
"El neoliberalismo se presenta siempre como un proyecto de índole económica. Una actualización de la teoría clásica que propugna la desregulación del sector financiero, la revisión a la baja de los derechos laborales y la privatización de las empresas públicas. Reducir, en definitiva, el papel del Estado en la economía y fomentar la competencia y el libre mercado en detrimento de la colaboración, la planificación y el sindicalismo. Pero realmente es mucho más sencillo: el neoliberalismo es el proyecto de las elites occidentales para, a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial, recuperar su mermada influencia en la política y por ende en la sociedad. La revolución neoliberal, la reacción conservadora, no es más que una restauración victoriana, un proyecto exitoso para eliminar los resultados de las revoluciones, primero, y del Estado del bienestar, después. De situar las cosas en un punto previo a la historia del siglo xx donde se tenía claro quién mandaba, que la naturaleza del Estado era la de servir a los intereses de los más ricos y donde, más que la democracia, lo electoral era un mero trámite para maquillar la dictadura de los capitalistas. "
Hoy, este discurso de Delano Rooselvet, suena reaccionario a un gran porcentaje de españoles. Deberíamos preguntarnos porqué. El neoliberalismo no es solo una realidad política o económica. Es una realidad cultural.
#7 Ya lo vio en los años 40 Gramsci: Gramsci sobre el "Economismo"
USA siempre tuvo grandes mandatarios y políticos, y aun mas grandes malnacidos empeñados en enterrar el legado de estos. Si USA no sale del hoyo pronto y reconduce su sociedad están muy jodidos. Así que deberíamos tomar nota y no cometer los mismos errores.