Aquí se suele hablar de la gente que factura en B, sin Iva, o que esconde sus ingresos. Eso son los fraudes típicos, de andar por casa, que elevan nuestras cifras de economía sumergida y desgastan la piedra de afilar cuchillos de los entusiastas fiscales.
Sin embargo, hay un segundo grupo del que se habla mucho menos: los que declaran de más y pagan de más. Sin inmutarse.
El otro díaDeja el Bitcoin, vende Carcasas, y no quiero dejar de mencionarlo. Pero la cosa va mucho más allá.
Existen profesionales que dicen que cobran cincuenta euros por cada corte de pelo, y que se pasan el día entero trabajando. veinticinco días al mes, diez cortes diarios. Y declaran unos ingresos de más de cien mil al año. Existen hoteles, con treinta habitaciones de doscientos euros la noche que están llenos al 80% todo el puñetero año, de media. Existen pescaderías que venden tierra adentro más que la lonja de Vigo. Y cantantes que vendieron un millón de discos sin que los conocieran apenas. Sobre eso ya Publicada la primera novela por entregas en Menéame
La cosa es simple: el dinero que queda de pagar impuestos es blanco. Es inmaculado. Puedes meter a gastos todo lo que quieras: el sueldo de una amiga, el sueldo de tus hijos, la amortización de ese edificio tan mono que te has comprado con hipoteca y que luego quedará también inmaculadamente blanco y listos para venderse, o lo que buenamente se te ocurra.
Si tienes una actividad ilícita, y no me voy a molestar en enumerar los ejemplos obvios, no vas a intentar pagar menos impuestos: te encantará declarar ingresos enormes, cargar gastos enormes, pagar un buen pellizco y legalizar el resto.
¿Y creéis que a Hacienda le interesa perseguir esto? Venga ya... Ni se broma.
Por mucho que se hable de ilegalzar las amnistías fiscales, estas existen y se practican a diario, con el consentimiento tácito o expreso de la Administración, que lo sabe, pero se calla para llevarse su parte.
Por supuesto que hay amnistías fiscales. Cada día. En cada esquina.
No seamos pardillos.
Comentarios
Confundes cosas.
Esas personas pagan impuestos de más porque consiguen dinero de forma ilícita, y lo blanquean con los impuestos.
Los de las amnistías y demases, lo que hacen es conseguir dinero, muchas veces de actividades económicas totalmente licitas, y negarse a pagar la parte impositiva de esos ingresos.
Hacienda no persigue a los primeros porque el delito cometido no es fiscal, es trabajo de la policía detectar y encarcelar la actividad ilícita, y si estaría bien que se coordinarán con Hacienda para conseguir pistas, pero de nuevo, no es el trabajo de Hacienda.
Por otro lado, los segundos fuera de posibles actividades ilícitas, si cometen delitos sobre los que Hacienda puede actuar, y DEBERIA actuar, aunque al final solo actúe contra pringados e ignore los delitos fiscales de los de arriba.
Son cosas diferentes, de las que se encargan personas diferentes.
#1 No, no confundo cosas: las equiparo.
Hacienda no persigue a los segundos porque, aunque los datos sean falsos y las declaraciones irreales, le conviene embucharse la pasta y callar, como buenos mafiosos que son. Claro que es su trabajo perseguir la falsedad en los datos que se declaran. Y no sólo las falsedades a la baja.
Una falsedad en una declaración es siempre una falsedad. Delito contra la Hacienda pública no es, en eso estamos de acuerdo. Pero prueba tú a declarar en falso...