Por las calles de los barrios más humildes de Birmingham, madres con velo empujan los carritos de sus hijos entre montañas de sacos de basura negros. Hace sol, más de lo habitual en estas fechas. En otras circunstancias, sería motivo de alegría para los más pequeños, que ahora disfrutan de 15 días de vacaciones por Semana Santa. Pero, en esta ocasión no es así. El calor acelera la descomposición de los abundantes residuos, que llevan sin recogerse desde hace cinco semanas y que, en algunas zonas, superan los dos metros de altura, generando...