Yo poseo documentos oficiales tanto de la denuncia en comisaría como de 2 citaciones judiciales en los juzgados de Pontevedra, de unos juícios a celebrar y que no se celebraron al no asistir los acusados; porque no les dio la gana; porque prefirieron huir a Inglaterra y eso, a pesar de que solo se enfrentaban a un delito leve de estafa, que no supone cárcel, sino multa e indemnización a la víctima en caso de demostrada insolvencia.
Un funcionario del juzgado me cuenta que los acusados de estafa tienen derecho a defenderse en los tribunales después de 2 citaciones judiciales fallidas porque “hay que seguir el procedimiento”. Yo niego a los acusados su derecho a defenderse, son ellos los que no quieren. Solo tengo que decir que estos delitos no son como peleas de bar, en la que cada bando puede contar su “versión” y que no tiene porque corresponderse con la realidad y puede ser difícil demostrar quien dice la verdad. En los delitos de estafa, hay un hecho punible que para más inri, consiste en una transferencia bancaria por la compra de un teléfono móvil y, la ausencia de pruebas que demuestren que los estafadores me lo han enviado o que la empresa de mensajería lo ha extraviado. Y si aún por encima, un inspector de policía me cuenta que la chica que se llama Victoria Loventa Florentina Ramaidan, acumuló varias denuncias por estafa durante el año 2018. Creo que las cosas están claras.
Youtube me ha retirado un documental de 30 minutos en la que contaba que había sido víctima de una estafa por la compra un de un teléfono móvil a dos ciudadanos extranjeros y que ellos nunca me han entregado hasta la fecha de hoy y cómo tuve que arreglármelas sólo para investigar hasta dar con su verdadera identidad y conseguir información para dar con su paradero en España, antes de que decidiesen emprender el exilio. ¿Por qué? La policía nacional me dijo que se presentaban muchas denuncias de delitos leves de estafa, que solo aportaba datos de una transferencia bancaria, que eran ciudadanos de la Unión Europea y tenían libre tránsito por el país y no estaban obligados a pedir permiso de residencia, que era mucho trabajo, que cómo era un delito leve, no los iban a poner en busca y captura. Uno de esos policías me reconoció por teléfono que este caso de estafa lo había resuelto yo (eso ya lo sé) y entre risas, me dice que no le dijese al juez que había estado monitoreando las redes sociales, eso no. Yo lo siento, pero tuve que hacer un trabajo por el que pago impuestos y otros cobran, y no no voy a ocultar nada.
A los fans de la ley de protección de datos, tengo que decirles lo siguiente: descubrí la verdadera identidad de los autores de la estafa; porque aparecieron en varios medios de comunicación como La Voz de Galicia o el diario El Español. Concretamente, en esta noticia del diario El Español y que otro usuario subió en meneame.net, aparecen sus nombres completos, sus fechas y lugares de nacimiento, detalles de su vida privada y hasta capturas de pantalla con fotos de sus cuentas de Facebook y que ustedes pueden leer en este link: www.meneame.net/m/actualidad/romeo-julieta-cadiz-pontevedra-secuestro-.
No considero que haya violado la privacidad de nadie y más, cuando George Serif Mamet, que es el nombre de uno de los estafadores, dejó material suficiente para hacer una telenovela hispano-rumana-romaní en Internet; pues sus diferentes cuentas de Facebook están a la vista de todo el mundo y aunque ahora, si toma medidas de seguridad y no publica cualquier contenido personal, antes no lo hacía. No he usado ninguna técnica de hacking para hacer capturas de pantalla de sus fotos y vídeos. No hice ni más ni menos que el trabajo que hizo un periodista del diario El Español, eso sí, de forma más detallada y pormenorizada.
Youtube no tuvo en cuenta mi denuncia ni creo que haya visto el vídeo entero. No hay insultos, no hay amenazas, no hay acoso ni cyber-acoso en el documental, simplemente cuento una historia, a veces, hago algún comentario irónico, pero nada más. Y reto a los estafadores a que presenten una denuncia ante el juzgado por acoso. Lo estoy deseando con todas mis fuerzas.
Al contrario que otros, que suben un vídeo y ladran que han sido timados y ya está. Yo hice una labor de periodismo de investigación, de criminología, de historia y antropología, entre otras materias para la confección del documental, decidí ir más allá de la mera denuncia. Después de informarme sobre las vidas de los estafadores, me pareció interesante hacer un documental sobre ellos. No hablo solamente de la estafa y la investigación para identificar y localizar a los estafadores, hablo del origen de sus familias. Hago un breve estudio sociológico, histórico y antropológico sobre su raza, país de nacimiento, sus vínculos con España, tradiciones, trabajo, estilo de vida, gustos musicales, etc.
Me siento como si hubiese subido un documental sobre el asesinato de Osaba Ben Laden por parte de tropas de élite de los EE.UU y un militante de Al-Queda me hubiese denunciado por “amenazas”, “acoso” o “cyber-acoso” a Youtube. Aunque creo que la eliminación del contenido forma parte del protocolo de Youtube; porque solo contaba 3 visualizaciones. Youtube quizá tenga una serie de palabras de clave que representan eliminación de contenido de forma automática y si escribes dichas palabras en el título, etiquetas o descripción del vídeo, te lo eliminan. Youtube es una empresa que ofrece servicios gratis y en principio, no tiene que rendir cuentas a nadie; pero ofrece servicios gratis porque el producto soy yo, mientras quiera, claro está.
He presentado una apelación a Youtube con razones y documentos que demuestran la veracidad de lo que digo, pero me molesta ese puritanismo que nos invade que no te permite decir al mundo que te han estafado, quienes te han estafado, cuando el sistema judicial por el que pagas impuestos, te falla una vez más.