Dana International, ganadora en 1998, criticó la postura española, calificándola de “violenta e insultante” y defendió a Israel como nación liberal, destacando el Orgullo de Tel Aviv y Jerusalén como ciudad sagrada. “Explicadme. ¿Cómo y por qué os habéis vuelto contra nuestra?...¿Ya no queréis que cantemos con vosotros? ... ¿Cuánto odio y daño añade?”, insistía." Nos esforzamos al máximo en la competición y, a veces, incluso hemos tenido éxito”, ha sentenciado, tras la decisión de España de abandonar Eurovisión por la participación de Israel.