En algunas empresas existe un "protocolo de acoso laboral", bien porque está en el convenio, bien porque se pacta con los representantes de los trabajadores, o bien porque es implementado unilateralmente por la empresa. Estos protocolos indican el procedimiento de reclamación que se supone que deben seguir la empresa y el trabajador en caso de que este sufra acoso laboral. Pero no son más que un paripé que habitualmente no le sirve de nada al trabajador e incluso le puede perjudicar.