Cunde el desánimo en la región, los esfuerzos por aplacar la ira de Trump han sido en vano. Malasia, tras 25 extenuantes rondas de negociaciones y dolorosas concesiones, recibió esta semana aranceles del 25%, incluso por encima de los anteriores. Solo Vietnam ha conseguido cerrar un acuerdo con Trump tras dar vía libre a su familia para que levante un megalómano proyecto de 1.000 hectáreas con campos de golf, hoteles y residencias de lujo saltándose todas las regulaciones y plazos. Mientras tanto, China ha aprovechado el viento de cola.