Vivir a lo largo de la Línea de Control -la volátil frontera de facto que separa India y Pakistán-, es existir perpetuamente en el filo de la navaja entre una frágil paz y un conflicto abierto. La reciente escalada tras el ataque de Pahalgam llevó a India y Pakistán al borde del abismo una vez más. Los proyectiles cayeron sobre ambos lados de la Línea de Control, convirtiendo casas en escombros y vidas en estadísticas. Según los informes, al menos 16 personas murieron en el lado indio, mientras que Pakistán afirma que murieron 40 civiles.
|
etiquetas: india , pakistán