¡No se vende, se defiende! Es un grito que resuena en las calles, pero también en centros de trabajo de todas las comunidades autónomas, con muy diversos sectores y categorías profesionales implicadOs. Las plantillas de los servicios públicos se rebelan para demostrar que el afán privatizador nada tiene que ver con el ahorro ni con la calidad. El Tribunal de Cuentas calcula que en una ciudad como Madrid la limpieza privada sale a 31€ por habitante, mientras que la municipal saldría a 19€ por habitante.
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