Quieren cortarnos la lengua
con la tijera de la intransigencia,
con la tijera de la necedad,
con la de la autoridad.
Quieren callar nuestra voz
porque no pensamos como quieren ellos,
porque queremos ser diferentes,
queremos otra realidad.
Quieren taparnos la boca
Para que nadie nos pueda escuchar,
para que solo se oiga su mensaje,
y nadie pueda dudar.
Los que gestionan la percepción
solo les dan la palabra a sus amos,
sumisos a la mano que les paga,
a unos dan voz y a los otros los callan.
Mercenarios, mal nacidos !
A nadie engañáis, ya sois conocidos,
todos sabemos quien es vuestro dueño.
Barato les sale usar a sus siervos
Para que echen mas leña al fuego,
para que quemen en la hoguera
a los infieles a su régimen.
Quieren cortarnos la lengua
para que nadie nos pueda escuchar,
para que solo oiga su mensaje
y nadie pueda dudar.
Tijera contra papel!
Piedra contra tijera!
Si alguien quiere ensalzar a esta persona, está bien, pero no hace falta ser tan petulante ni montarse películas. Nadie "esconde" a Francisco Ferrer Guardia. Lo que sucede es que su figura, en el contexto actual, carece de relevancia significativa. Si bien es cierto que fundó la Escuela Moderna en Barcelona a principios del siglo XX, su legado ha sido eclipsado por el avance de la educación moderna y las corrientes pedagógicas contemporáneas. En un mundo donde la tecnología y la innovación educativa son la norma, la visión de Ferrer Guardia resulta anticuada y poco práctica.
Pedir la lectura de sus ideas en las facultades hoy en día sería un ejercicio de nostalgia más que una contribución al pensamiento educativo actual. Si bien es cierto que la Escuela Moderna abogaba por una educación laica, científica y humanista, estas ideas ya han sido asimiladas y desarrolladas por corrientes pedagógicas más modernas y relevantes. Además, la mezcla de niños y niñas en las aulas, así como la defensa de la libertad de pensamiento, son conceptos que hoy son ampliamente aceptados y promovidos en la mayoría de los sistemas educativos del mundo.
La relevancia de Ferrer Guardia radica en su contexto histórico y en su lucha contra las injusticias de su tiempo. Sin embargo, en el mundo actual, donde la educación ha evolucionado y se ha adaptado a las necesidades cambiantes de la sociedad, su figura ha perdido relevancia y su legado se ha diluido en la historia.