A veces, escribo en tebeosfera.com/, otras en www.revistamercurio.es/ . En algunas ocasiones, si me dejan, doy clases. Publiqué un libro, planté un árbol. Nada como el sur.
En meneame cuentas con que si opinas sobre política o economía, algún comentario fuera de tono te vas a llevar, pero cuando estás contando una anécdota personal sobre un gallinero para ejemplificar que leyes absurdas provocan que gente se las salte , te casquen negativos y poco menos que te llamen insolidario y caradura, está a otro nivel, y al final tú también subes el tono.
Mi pecado fue contar cómo osado de mí, se me ocurrió preguntar en el ayuntamiento para poner un gallinero en terreno rústico en una ciudad, y descubrir que puedes ponerlo en el jardín de tu casa o tener gallinas al aire libre en rústico, pero no puedes tener un gallinero de ladrillo en terreno rústico a menos que tengas 2000 m2 de finca, por lo que al final se quedó donde estaba, en suelo urbanizable legalmente registradas.
Hombre, vale que no conté la historia al completo en mi primer comentario, pero lo que yo hiciera o dejara de hacer no tiene que ver con lo absurdo de la ley en este caso, que es de lonque yo hablaba, así que la gente se invente lo que hice para recriminármelo, pued ya tal.
Internet multiplica la soberbia y la ignorancia, pero divide la comprensión y el diálogo.
Mi pecado fue contar cómo osado de mí, se me ocurrió preguntar en el ayuntamiento para poner un gallinero en terreno rústico en una ciudad, y descubrir que puedes ponerlo en el jardín de tu casa o tener gallinas al aire libre en rústico, pero no puedes tener un gallinero de ladrillo en terreno rústico a menos que tengas 2000 m2 de finca, por lo que al final se quedó donde estaba, en suelo urbanizable legalmente registradas.
Hombre, vale que no conté la historia al completo en mi primer comentario, pero lo que yo hiciera o dejara de hacer no tiene que ver con lo absurdo de la ley en este caso, que es de lonque yo hablaba, así que la gente se invente lo que hice para recriminármelo, pued ya tal.
Internet multiplica la soberbia y la ignorancia, pero divide la comprensión y el diálogo.