#11 Corrígeme si me equivoco: el ASFA (Aviso de Señales y Freno Automático) avisa al chofer de lo que hay en la vía (velocidad, cambio de agujas...) y espera que éste apriete un botón, o accione una palanca, para confirmar que he recibido la información; si no lo hace, detiene el tren automáticamente, al igual que el sistema de "hombre muerto", y el centro de control correspondiente recibiría un aviso.
El ERMS es similar, pero mucho más preciso, con las balizas colocadas a menor distancia entre ellas, y con capacidad para operar el tren independiente del conductor, además de serun sistema internacional: un tren podría ir por si mismo de Alemania a España, pasando por Bélgica y Francia sin más problemas que el ancho de vía.
#11, La Sombra Prohibida es la segunda parte de La herencia Valdemar. La estrenaron la semana pasada en los cines. Están muy bien las dos pelis, me gustaron mucho.
Mira, eso de la toxoplasmosis, el que fuera tan infrecuente contraerla, yo no lo sabía. Lo que sí sé es que yo, ya la he pasado, la pasé con mi primer gato, Imhotep, al que recogí de cachorro en la colonía de gatos que había cerca de la biblioteca.
Lo que sí es cierto es que vivimos en una sociedad... "comodona", donde, si algo nos da el menor quebradero de cabeza, lo más sencillo es deshacerse de él, y no intentar resolverlo. Si la abuela nos molesta para irnos de vacaciones, la dejamos en un asilo y listos. Si el perrito que compramos en Navidad ha crecido mucho y estoy harto de sacarlo y ya me he cansado de jugar con él, lo dejo tirado en la carretera o lo llevo a una protectora y digo que el niño es alérgico. Si me he cansado de andar cuidando al gato, digo que como me he quedado en estado, lo he tenido que abandonar... y al menos en este último caso, como bien dice la autora del post, todo el mundo te aplaudirá, te dirán que eres una madre responsable y una persona con cabeza, y dónde va a parar, antes es el niño que el gato...
Nadie dice lo contrario, pero es que no se trata de elegir, se trata de conservar a dos seres queridos, o que en su momento, elegiste tener, libremente y sin coacciones. Nadie te forzó a tener un gato, nadie te puso un puñal en el pecho para que te quedaras con un animal que va a depender de tí para todo, igual que nadie te forzará a tener hijos. Si has elegido tener un gato, éste no es un peluchito muy mono que se mueve solo sin necesidad de pilas, sino un ser vivo, y como tal, una responsabilidad muy grande, muchos gastos, muchos cuidados, mucho tiempo... pero también, mucha compañía, mucha simpatía, muchos buenos ratos, mucho cariño y muchas satisfacciones. Y hay que asumirlo todo, lo bueno y lo no tan bueno. Si no quieres tener un gato porque no te va asumir las responsabilidades que conlleva, no pasa nada.... pero no lo lleves a casa para dejarlo por ahí después, o para pegarle, o para hacer que te tema y te odie.
#95 kolme 
