A mi hijo le dio ayer en el supermercado un trastorno de desregulación disruptiva, al parecer lo desencadenó una deliberación sobre la idoneidad de la alimentación actual en el contexto dietético de la obesidad de la que las conclusiones le provocaron un quebranto en su habitual estado de ánimo.
- Mamá, quiero helado
- Esta noche, no
Entre las distintas técnicas de resolución, decidí sopesar la situación en la que nos encontrábamos, variables como número de personas alrededor, cámaras de vigilancia, cercanía del hogar, carga del carrito y lo libre que tenía los brazos en ese momento.
- Qué quiero helaaaadooooo!!!!
- paffff
Admito que la solución no fue elegante, pero creo que me he ahorrado varios viajes al psicólogo, miles de euros en pastillas y un tiempo precioso en para llegar y hacer la cena con tiempo.
- Mamá, quiero helado
- Esta noche, no
Entre las distintas técnicas de resolución, decidí sopesar la situación en la que nos encontrábamos, variables como número de personas alrededor, cámaras de vigilancia, cercanía del hogar, carga del carrito y lo libre que tenía los brazos en ese momento.
- Qué quiero helaaaadooooo!!!!
- paffff
Admito que la solución no fue elegante, pero creo que me he ahorrado varios viajes al psicólogo, miles de euros en pastillas y un tiempo precioso en para llegar y hacer la cena con tiempo.