#6 ayer escuché una anécdota del dictador. Cuando la riada de Valencia, se acercó rápidamente a ver los daños que se habían producido. Nada más llegar, se reunió con el gobernador de la provincia, el Mazón de la época. Lo primero que hizo fue mirarle los zapatos, y al ver que estaban completamente limpios, sin una pequeña mancha de barro, lo cesó de inmediato. No sé si alcanzarás a entenderlo.