La política republicana se propuso combatir el analfabetismo con una importante reforma de la enseñanza y la creación de cerca de 10.000 escuelas; modernizar el Ejército; acometer progresos legislativos como la Ley de Divorcio; y establecer un Estado laico que delimitara claramente la relación entre el poder político y la Iglesia y sus competencias. La Constitución de 1931 dispuso la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, la descentralización territorial y el reconocimiento de la soberanía popular. Pero el intento republicano de convertir a España en una democracia avanzada de corte occidental, con una gran ampliación de derechos civiles y sociales, y en un país moderno e industrializado, fue anulado por una encarnizada Guerra Civil que se decantó del lado franquista, en gran medida gracias al apoyo de las potencias fascistas de Hitler y Mussolini.
La política republicana se propuso combatir el analfabetismo con una importante reforma de la enseñanza y la creación de cerca de 10.000 escuelas; modernizar el Ejército; acometer progresos legislativos como la Ley de Divorcio; y establecer un Estado laico que delimitara claramente la relación entre el poder político y la Iglesia y sus competencias. La Constitución de 1931 dispuso la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, la descentralización territorial y el reconocimiento de la soberanía popular. Pero el intento republicano de convertir a España en una democracia avanzada de corte occidental, con una gran ampliación de derechos civiles y sociales, y en un país moderno e industrializado, fue anulado por una encarnizada Guerra Civil que se decantó del lado franquista, en gran medida gracias al apoyo de las potencias fascistas de Hitler y Mussolini.