Que en sitios como LinkedIn es justamente donde la reputación es intachable por naturaleza –¿quién querría ver un borrón en su curriculum profesional?– y eso permite identificar correctamente a los participantes de una conversación. O que cuando hay que pagar, se acaban las bromas, por ejemplo en sitios con barreras de entrada simbólicas (0,99€/mes) apenas hay spam o troleos, porque cada spam cuesta dinero.
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