Partamos de que buscamos un imposible. No tanto un animal mitológico, un unicornio, un perro de tres cabezas o un mono alado del que nos llegan ecos de la antigüedad pero al que nunca, ni en nuestras primeras fantasías infantiles, hemos barajado como real. Se trata más bien de una fantasía adolescente, que ya sabemos que son infinitamente más peligrosas que las anteriores, puesto que nunca se desechan del todo y corremos el riesgo de perseguirlas durante el resto de la vida.
Comentarios
Pobres heteros, me dan penica.
#3 ningún hombre, de veinte o sesenta años, utilizará el verbo coquetear.
#2 mi jefe no se crea que sea tan fácil para los gays lo de ligar/chingar. Cree que simplemente somos fantasmones.
#5 Pues si miente en eso, a ver quien se cree todo lo que cuenta.
#6 No tengo muy claro si estás de broma o de verdad no has entendido la gracia.
#8 Pues no, no la he entendido.
#9 Es un hombre. Y al usar el verbo "coquetear", porque no se le ocurre otro o por lo que sea, hace como que se "avergüenza" de usarlo diciendo que eso lo convierte en una señora mayor, que es de quien te esperarías el uso de ese verbo.
El artículo está bien, es completo y está bien escrito. El problema es que la respuesta está en el último párrafo y creo que es tremendamente obvia y conocida por todos.
Meneo por el esfuerzo, de todas formas.
Que raro, al principio del texto da a entender que es un tío pero luego pone esta frase "no tengo claro si el uso del verbo ‘coquetear’ me convierte en una señora de sesenta años"
con lo fácil que es un tactac y adiós. mira que son complicadas las tías
Yo no creo que sea tanto el que nos gusten o no las mismas cosas, sino que mucha gente se queda en el default y no experimente.