Cuántos, a principios de los dos mil, no nos quedábamos desvelados de madrugada viendo la teletienda, ese territorio extraño que se colaba en nuestras teles de tubo cuando ya no había nada más que emitir y donde era bien sabido que se vendían duros a cuatro pesetas
|
etiquetas: teletienda , estafa , rimembah
Como un camión, oiga
Me acuerdo porque lo de "armoooohada" me parecía muy garrulo.
¡Se lo compre a mi marido y ahora esta.. muerto!
www.youtube.com/watch?v=SowU6hMpHdw