Ahora que, gentrificación mediante, nuestras ciudades han sido invadidas por Starbucks, Café&Tés, 100 Montaditos y demás franquicias asépticas e impersonales, cada vez resulta más difícil encontrar una tasca española de toda la vida, eso que la muchachada llama con sorna “un bar de viejos”. Y si lo que buscas es un local donde cuelguen azulejos bizarros, apaga y vámonos.
Comentarios
Falta el clásico de los bares de "hoy no se fía, mañana si"
Para estrambótico, este:
Como un azulejo puede ser bizarro? Vaya periodismo...