Al ver que su clienta tenía dudas, el peluquero se ha interesado por su opinión. “Sí, sí, es lo que quería, me encanta, solo me tengo que acostumbrar”, ha insistido la cabeza desde el suelo. Al acabar el horario de trabajo, y tras cobrarle 65 euros a la mujer, la prensa ha podido saber que el estilista ha cogido cinco cabezas más que tenía tiradas en el suelo y las ha lanzado al contenedor de la basura.
Comentarios
el peluquero corto por encima de sus posibilidades, si es que las tijeras se nos estan yendo de las manos
Y la nueva moda en vestuario en Irán para los que protestan: corbata muy apretada
Los peluqueros sobre todo de mujeres, tienen barra libre para hacer lo que quieran.
#1 Yo tuve que amenazar sutilmente al último que me cortó las greñas
Las puntas... O sea tres dedos...los míos...en horizontal
Saludos