No han dado siquiera las siete de la tarde, pero la cola para entrar en el Golden cubre uno de los grandes escaparates de la Gran Vía. Canas, calvas, joyas, trajes, corbatas, zapatos brillantes, algún bastón... Entre los nueve o diez que esperan suman alrededor de setecientos años. Cuando pagan su entrada, casi todos con un descuento que la deja en cinco euros, les entregan dos vales: uno para la consumición y otro para un sorteo que se celebra ya entrada la noche.
Comentarios
Veo que Mari Carmen ha colocado una servilleta sobre su copa antes de irse a bailar. Lo hacen casi todos. Cuando vuelve a reponer fuerzas, trato de descifrarlo.
-¿Y eso?
-Es lógico. Aquí viene uno a pedirte a bailar y, aparte de los escupitajos, se le puede caer hasta la dentadura.
Supongo que cuando vosotros tengáis 70 años o más os encerraréis en vuestra casa a hacer encaje de bolillos y sólo saldréis a la calle a jugar a la petanca y dar de comer a las palomas. ¡Que salgan a donde les salga de las narices a bailar o a lo que quieran! Bien se lo han ganado.
#2
Por curiosidad, quienes son "vosotros" ?
Si eres la segunda que escribes, y ademas dudo que nadie vea mal lo que hacen estas gentes; ojala llegue yo, y con esa energía 😋
Yo salgo ahora el jueves, el viernes y el domingo y al tercer fin de semana me tienen que enterrar.