La suspensión de la carrera a 56 kilómetros de la meta y el posterior acto protocolario de Cibeles ha generado reacciones políticas muy dispares: desde el apoyo a los manifestantes por parte de miembros del Gobierno como Yolanda Díaz, Mónica García u Óscar López, a la condena rotunda del alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que han responsabilizado de los altercados al presidente del Gobierno por alentar estas protestas